Entradas

Encantada de conocerte.

Han sido un par de años duros. La realización de las cosas que puedo hacer y las cosas que no quiero hacer me hacen sentir enferma. He desaparecido de la vida de algunas personas sin avisar y he entrado y escapado de otras cuantas vidas como un rayo. Me quiero morir, pero me gusta comer. Quiero vivir, pero estoy cansada. No puedo pagar terapia psicológica y no quiero volver por vergüenza; ¿Qué me diría mi psicóloga cuando vea mi nombre agendado en sus citas? ¿Sería yo suficiente fuerte para pedir ayuda sin derrumbarme? Ha sido horrible trabajar con personas que sólo me han echado su carga laboral encima, tan horrible que me siento traumatizada e impotente y me niego a trabajar con gente. Ya no quiero ver a la misma gente todos los días de toda mi vida. Me gustaría vender todas mis cosas y escapar, de todo y de todos. La única excepción es y siempre va a ser mi hijo y mis gatos: mi familia. La paz que me está dando escribir se siente como una locura, irreal, inefable. Moriría por poder ...

Yo pago mis cuentas

Llevo trabajando por mucho tiempo, he tenido suficientes trabajos para admitir con total seguridad que ninguno me llena y por un tiempo me convencía de que era normal, así es la vida, todos odian su trabajo. La realidad es que no es para todos, algunas personas estamos dañadas, no venimos así de fábrica sino que no nos criaron de la manera correcta (y en mi caso, nadie lo hizo en absoluto) He luchado por mi salud mental, he pasado el proceso de perdonar y seguir adelante y he tomado medicinas; pero no es suficiente. Esto no es culpa de los especialistas de la salud ni tampoco culpa de las personas que me rodean, es culpa mía y mi facilidad para adaptarme cuando lo que debí hacer fue alejarme, bloquear personas y empezar de cero. No empecé a escribir esto para hablar sobre mi salud mental, sino para contar cómo a pesar de todo encontré maneras de hacer dinero por mi cuenta , gracias a esta adaptabilidad que mencioné antes. Esto no es sobre inversiones, trading o marketing de afiliados, ...

El amor que das

Hola, Fanny. Empiezo contándote que escribes historias de amor otra vez. Son románticas, bonitas, llenas de emoción y te palpita el corazón con fuerza cada vez que lees lo que escribiste, se siente como si se te fuera a salir el corazón; y está bien, espero que sigas escribiendo y publicando y llenando el mundo con tus historias. Siempre fuiste una buena escritora, en algún momento de la vida simplemente lo olvidaste, pero don ahí sigue porque es algo de lo que uno no puede deshacerse. Sigue escribiendo. Apasionada. Endulzada. Agarrotada en tu silla, pero... Feliz. Sobre todo muy feliz. Espero que cuando vuelvas a leer esto ya hayas terminado de escribir unas veinte historias de amor, de suspenso, tal vez esa novela de zombies que siempre quisiste y no supiste ni cómo comenzar. ¡OH, OH, POR FAVOR NO TE OLVIDES DE OLIVER NUNCA! Que tengas bonita noche, Fanny. Y una magnífica vida, igual que tu imaginación.